Las primeras características necesarias para este tipo de protección es que estén dotadas de:
- Marcado CE: mínimos establecidos.
- Resistente al producto utilizado: en el riesgo químico, cada protección sirve para un determinado producto; no existe uno para varios.
- Adaptado a la tarea realizada: la protección debe estar preparada para la abrasión, el corte, el pinchazo, etc.
- Comodidad: la protección debe tener la talla del usuario, ligero, permeabilidad al aire y al vapor (sudor) o bien, para riesgo alto usar protección química ventilada o asegurar una pausa periódica al usuario.
Los pasos para elegir una protección química adecuada son:
- Analizar el conjunto de los riesgos a los que se enfrenta el usuario tanto si son químicos como si no: mecánicos, eléctricos, térmicos, rayos… para evitar una posible contaminación.
- Determinar la naturaleza del riesgo químico: composición, concentración, toxicidad, tipo de contacto que se produce con el producto, condiciones normales de utilización, duración de la tarea manejando el producto.
- Las restricciones establecidas por los usuarios: talla, corpulencia, longitud de miembros inferiores o superiores, alergias, sequedad de la piel…
- El puesto de trabajo: esfuerzo físico, espacio confinado, temperatura, humedad…
Según el estándar de normas europeas existen 6 tipos de protecciones químicas normalizadas:
- Tipo 1: protección química ventilada y no ventilada estanca para gases con dispositivo para respirar.
- Tipo 2: protección química no estanca para gases.
- Tipo 3: protección química estanca para líquidos.
- Tipo 4: protección química estanca para nieblas (líquidos pulverizados).
- Tipo 5: protección química estanca para sólidos (partículas).
- Tipo 6: protección química para exposición fortuita.
La protección química aparece en numerosas normas europeas o internacionales que describen las exigencias a cumplir para cada tipo de riesgo químico y sera efectiva y duradera si se utiliza y mantiene correctamente.
Para ello, es importante:
- Tener la información de la ficha técnica al alcance,
- Inspeccionar la protección,
- Utilizar correctamente,
- Retirar la protección con seguridad,
- Eliminar la protección química usada o contaminada,
- No compartir con un tercero,
- Respetar una higiene estricta.